El aumento de la densidad poblacional y a su vez la alta demanda del mercado por cada metro cuadrado de la tierra para la construcción ha traído como consecuencia un desplazo cada vez mayor de la naturaleza y espacios verdes en nuestras ciudades, y es aquí donde esta idea de llevar la vegetación a las edificaciones se ha convertido en la mejor respuesta para esta problemática
Con la alta densidad de población en las ciudades y el apetito voraz del mercado por cada metro cuadrado disponible, no es raro que la vegetación urbana sea relegada a un segundo plano. Por esta razón, los 'bosques', huertos y jardines han despertado tanto interés, apareciendo en una gran cantidad de propuestas. Utilizar el plano vertical para que crezcan las plantas parece una solución coherente y de sentido común, especialmente cuando no existe la posibilidad de llevar el verde a la escala de las personas, en las calles. Cada vez los sistemas constructivos están evolucionando y adaptándose a la demanda de los clientes. A día de hoy las fachadas vegetales se pueden encontrar en diferentes localidades, pero también el nuevo material de construcción: el hormigón biológico.
Los beneficios que aportan las fachadas verdes a las ciudades benefician a la ciudad y a sus habitantes. Desde un punto de vista ambiental, las fachadas ajardinadas reducen el efecto "isla de calor" de las grandes ciudades, generan oxígeno (un metro cuadrado de fachada verde produce el oxígeno que necesita una persona durante un año), reducen el riesgo de inundaciones, filtran los gases nocivos sustancias y metales pesados (Dejando un aire más puro y menos contaminado gracias a las plantas) y reduciendo la contaminación acústica del edificio en el que se instala (los jardines verticales o las fachadas verdes pueden reducirla hasta en 10 decibelios). Asimismo, la fachada verde actúa como aislante natural, aportando hasta cinco grados de temperatura extra al interior en invierno y reduciéndola en verano. Las fachadas verdes también se conocen como jardines verticales, muros vivos o muros verdes. Son un sistema sostenible que permite colocar diferentes tipos de plantas en las paredes, mejorando el paisaje urbano y especialmente la infraestructura.
El término "fachadas verdes" se utiliza para describir edificios que se pintan o decoran para que parezcan más respetuosos con el medio ambiente, pero que en realidad tienen efectos negativos sobre el medio ambiente.